Son los medicamentos narcóticos.
Comprenden los bromuros, el hidrato de cloral, el paraldehido, los barbitúricos y los hipnóticos no barbitúricos. Los más empleados por los drogadictos son los barbitúricos y los hipnóticos no barbitúricos.
Los barbitúricos y sedantes mayores, son depresores del sistema nervioso central, usados por vía oral. Su adicción crea dependencia psicofísica.
El cuadro de intoxicación crónica produce trastornos en el equilibrio con marcha insegura y tendencia a la caída, dificultad en la expresión, disminución de la atención y la memoria, obnubilación mental y abulia. A todo ello se agregan polialgias reumáticas (reumatismo gardenálico) y exantemas.
Son drogas de fuga de la realidad y de negación del mundo circundante. El período de abstinencia llega a ser dramático provocando episodios de ansiedad, convulsión y alucinaciones.
Aminas despertadoras
Constituyen un grupo de fármacos con acciones psicoestimulantes y anorexígenas. Se emplean para variedad de procesos: aumentar el estado de vigilia, inhibir la fatiga, suprimir el apetito, en ciertas disfunciones cerebrales mínimas de los niños y en el tratamiento de la narcolepsia.
El conocimiento de la efedrina permitió la síntesis de las aminas despertadoras o anfetaminas.
La anfetamina es un poderoso estimulante general del sistema nervioso central.
Las principales son la anfetamina (bencedrina), uno de sus isómeros, la dextroanfetaminas (dexedrina) y la matenfetamina (metedrina).
Los sucedáneos de las anemias son la fenilmetrazina, el metilfenidato y el pipradiol.
En ciertas personalidades desencadenan episodios psicóticos paranoides agudos.
Drogas que actúan sobre el sistema nervioso autónomo
Comprenden las drogas de acciones miméticas y lícitas sobre las fibras simpáticas y parasimpáticas del sistema nervioso neurovegetativo.
Simpaticomiméticos
El más conocido es la efedrina, que se obtiene de 2 plantas, una china, el Ma Huang, o Ephedra vulgaris, y el otro etíope, el khat (Catha edulis).
Son derivados de la efedrina: la adrenalina y las aminas despertadoras.
La adrenalina y demás productos relacionados con ella se emplean corrientemente como antiasmáticos, tónicos de la circulación periférica, antialérgicos y vasoconstrictores nasales en la rinitis.
Por su acción para suprimir el cansancio y la fatiga y excitar los fenómenos simpáticos se usan como tónicos. Tales sustancias producen ansiedad aprensión, inquietud, desasosiego y temblores.
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